lunes, 6 de julio de 2015

El tratamiento de fracturas con el uso de magnetoterapia en terapia física.

El tratamiento de fracturas con el uso de magnetoterapia en terapia física.


“El Planeta Tierra es un gigantesco imán natural de 0,5 Gauss promedio, por lo tanto tiene la capacidad de transimitr energía magnética a todos los organismos vivos humanos, animales y vegetales. El desarrollo de la vida está inevitablemente ligado a los campos electromagnéticos, para bien o para mal, es inevitable". BASSETT





El uso de los campos electromagnéticos con fines terapéuticos se cree que comenzó cuando Platón dijo que Sócrates afirmaba ya las propiedades de los anillos magnéticos. También se dice que en aquella época Cleopatra llevaba una tiara de imanes sobre la frente para conservar su juventud y belleza. Cuando muchos siglos después, a comienzos de la Edad Media, la magnetita fue conocida por los alquimistas europeos, la llamaron "piedra imán"  y al igual que en la antigüedad se le atribuían muchas propiedades curiosas, se suponía que proporcionaba vigor, alivio del dolor, salud y que detenía los procesos de envejecimientos, entre otras. Y fue en el año 1600, cuando William Gilbert escribió en su libro “On the Magnet” las diferentes características de los campos magnéticos y su interacción biológica; esto  ha ido acarreando grandes investigaciones al respecto hasta la actualidad.

 




En 1970 los pulsos electromagnéticos fueron propuestos como una alternativa del tratamiento conservador para el retardo de consolidación de las fracturas y en osteonecrosis. Bassett et al clínicamente demostraron los pulsos electromagnéticos en el tratamiento de fracturas estables en la tibia de perros, la eficacia en la terapia fue de un 75 a un 90%, y en el año 1979, fue admitida como un tratamiento válido para la mala consolidación ósea por la Food and Drug Administration de los EUA, admitiendo que tiene una efectividad en el 80% de los casos.

Una publicación de una revista científica publicó un trabajo realizado con experimentos biológicos realizados a bordo de satélites artificiales, concretamente en misiones espaciales Skylab (USA) y Cosmos (URSS). Los experimentos trataban de estudiar el comportamiento de ratas en condiciones de gravitación nula. Los trabajos daban cuenta de cómo las funciones fisiológicas normales (circulación, digestión, respiración, etc.)  se daban en el vuelo orbital con toda normalidad; había sólo una excepción pero muy significativa. Todas las ratas, al cabo de unos cuantos días de vuelo orbital, presentaban una descalcificación ósea, llegando incluso a presentar osteoporosis. Dicha osteoporosis se les curaba de forma totalmente espontanea a su regreso a la Tierra, sin medicamento alguno. Este efecto fue atribuido inicialmente a la falta de gravitación. En vuelos subsiguientes las ratas viajaban en jaulas insertas en una centrifugadora semejando la fuerza gravitacional terrestre y la sorpresa vino cuando las ratas seguían presentando descalcificación importante. Los articulistas acababan sus trabajos reconociendo que tales resultados no tenían fácil explicación.



Esto abrió las puertas a los doctores P. Guillen, J. M. Madroñero y colaboradores en 1985,  para generar una hipótesis de que en realidad es la ausencia del campo magnético terrestre  la causa de la aparición de la osteoporosis durante el vuelo orbital, y no la del campo gravitatorio.
Con esta hipótesis sobre la mesa, los doctores se dedicaron a realizar varios experimentos utilizando el campo magnético como prevención de la osteoporosis en ancianos con tendencia a la descalcificación, incluso plantearon la idea de poder resolver las calcificaciones extraoseas (tejidos óseos originados por metaplasia) sin más que poner a vivir a un paciente por una temporada en una habitación en la cual se anule el campo magnético terrestre, estas y otras teorías terapéuticas les permitieron bautizar a la magnetoterapia con el casi humorístico nombre de “vacuna magnética”.

Otro estudio más reciente, realizado en el 2006, en el  Servicio de Traumatología del Centro de Prevención y Rehabilitación FREMAP. Majadahonda, Madrid, y en el CENIM Centro Nacional de Investigación Metarlúrgica en Madrid, se evaluaron a 146 pacientes con retardo de consolidación y pseudoartrosis de diferentes huesos los cuales se les realizaron tratamiento mediante CEMP (Campo Electromagnético Pulsatil). Al terminar el tratamiento se logró la consolidación en 105 (71.2%) de 146 pacientes tratados, siendo cifras muy similares a las encontradas en muchas más bibliografías revisadas. Aunado a estos resultados, ninguna fuente bibliográfica menciona haber encontrado o reportado alguna complicación o efecto secundario durante o después de su aplicación.

La magnetoterapia tiene grandes cualidades que la hacen una fuerte luchadora dentro de las herramientas utilizadas en la terapia física actuales para la resolución de padecimientos musculoesqueléticos, neurológicos, reumatológicos, etc. El cuerpo humano es completamente permeable al paso del campo magnético, no existen barreras naturales que limiten la absorción o el aprovechamiento de esta energía, a diferencia de la termoterapia o fototerapia, por mencionar algunas dentro de la terapéutica no invasiva. Tampoco requiere de procedimientos quirúrgicos para poder tratar zonas profundas como cabeza femoral o tuberosidad isquiática. Incluso puede aplicarse aún con la presencia de material de osteosíntesis para fijación interna o externa.


Es por esta información que resulta imposible no intrigarse por el futuro de la magnetoterapia en México, el objetivo de este escrito no es explicar el mecanismo de acción del magnetismo dentro del organismo, sino despertar el interés al lector y en especial a los licenciados en terapia física sobre esta técnica terapéutica que en comparación a otras utilizadas dentro de la medicina de rehabilitación, es poco explotada en beneficio de los pacientes. Es imperante dar a conocer las grandes investigaciones que hablan de los beneficios que se obtienen con su correcta aplicación, si los terapeutas físicos siguiéramos el ejemplo de los demás profesionales de salud y nos interesáramos por obtener evidencias científicas sobre la magnetoterapia, tal vez podríamos responder algunas de las siguientes preguntas:

- ¿Es válido intentar un tratamiento con magnetoterapia en sesiones terapia física antes de intervenir quirúrgicamente a un paciente? 
- ¿Podría representar la magnetoterapia una de las primeras opciones terapéuticas en pacientes que cursen con microangiopatías? 
- ¿Se podrán disminuir los índices de fracturas en ancianos con protocolos de magnetoterapia preventiva? 
- ¿La magnetoterapia tendrá algún impacto importante en la fármaco economía de México? Y finalmente 
- ¿Es el magnetismo un viejo método a punto de desaparecer, o es una joven opción con mucho camino por recorrer?


L.T.F Julio César Morales García

3 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. La magnetoterapia a crecido mucho en estos últimos años. Y cada vez se ha empezado a usar más. Es genial! Es una terapia que se puede usar como complemento de otras.

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  3. la magnetoterapia resulta muy útil con las fracturas de huesos. hay varios aparatos que pueden servir para ayudarte a tener una recuperación mucho más rapido.

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